En época
de crisis financiera, por lo tanto de valores, de cultura, de bondad, de
humanidad, se echa mano, fácilmente, de instrumentos de evasión como lo son las
redes sociales, a través de las nuevas tecnologías, para así calmar un poco
nuestra saciedad de poder.
Las
nuevas tecnologías son instrumentos por las que todo el mundo puede plasmar sus
impresiones, mejor o peor, puede creerse un autentico escritor, aunque no tenga
ni idea de gramática ni semántica. También puede dar rienda suelta a su vena artística
y fomentar así un espíritu innovador y creativo.
Para que
este uso tenga una cierta benevolencia, debería de existir una cierta predisposición
por parte de los padres, madres, tutores, familia en definitiva, profesores, y
en general toda la sociedad, a hacer el bien y no corromper así las etapas de
la vida en las que una persona se encuentra más vulnerable. Con esto, lo que se
pretendería sería salir de una crisis que más bien parecería que interesa a
unos pocos lo cuales estarían detrás del dominio de estar redes sociales a través
de las que se vende todo tipo de productos de violencia y desenfreno
enmascarados con papel celofán bonito y reluciente casi abrumador, pero que a
la vez es posiblemente alcanzable por todos.
El uso de
las nuevas tecnologías (Tic) está haciendo desaparecer, de un modo algo súbito y
denigrante, las ventajas y grandes obras de arte que tanto han luchado por el
progreso y mantenimiento de ese Status
Quo, que ahora parece que echamos de menos, una serie de población que nos
encontramos perdidos en este nuevo mundo de albores infinitesimales cuyas
proyecciones son inimaginables, pero eso sí, parece que nos estamos
olvidando de cuál es nuestra condición
de seres humanos en pro de la revolución de los ordenadores, que haciendo un
paralelismo con los extraterrestres tripoidales de H. G. Wells en la Guerra de
los Mundos, llegará ese momento en que nos sintamos invadidos por seres de
aspecto no tan fiero como los Trípodes que nos tragaban y refurgitaban desde el
orificio que se abría en la cavidad
central, sino por entidades de origen cibernético que están en otro
mundo paralelo al nuestro y en el cual nos podríamos sentir extraños. Estas
entidades están procediendo, como en sus tiempos lo hicieron Nerón, Calígula, Lucifer, Súcubo, etc., que entran
en la vida de los hombres de una forma sigilosa con sus dones de seducción y
lujuria, cual Caballo de Troya, sigilosamente y con aspecto tentador, donde
todos podemos descargar nuestra ira y pesadumbres, nos embargan con enlaces a
foros de divertimento perenne, en los cuales no haces más que dejar de lado tu vida, tus enseres personales
y acabas absorbido de tal forma que pierdes hasta el uso de la razón. Por todo
esto, intento dar una serie de prerrogativas que advierten sobre el buen o mal
uso que podemos hacer de instrumentos tan diarios como la vida misma y que sin
embargo son paralelos y extraños por este análisis.
Por ello,
he encontrado interesante esta entrevista de José Antonio Marina, por la que
enuncia algo de lo comentado, como que el uso de las Nuevas Tecnologías está
provocando un manejo distinto de la atención:
-Gran manejo de información y poco manejo de esta en
la memoria a largo plazo.
(A esto quiero hacer referencia cuando
digo que nos están minando desde dentro).
-Google es útil como herramienta, si es utilizada por
una persona muy inteligente y/o formada.
-Talento viene tras el proceso educativo, nunca viene
antes, tan solo maestros como Mozart y otros niños catalogados con
enfermedades, demencias o trastornos, como lo son los autistas de altas
habilidades son capaces de demostrar un talento genético, es decir, innato, o
al menos así pienso yo que es.
Hoy en día
está cambiando la visión del profesorado, ya que es incapaz mediante el sistema
de formación de despertar en el alumno algo más emocionante, motivador,
innovador, ya que es visto como profesor a aquel a quien hay que
rendir cuentas y a quien le compete la capacidad de aprobar o suspender. Mientras
que si lo llamamos Coach o Entrenador palabra que adquiere una connotación positiva,
ya que es quien está preocupado por sus jugadores o pupilos y quien tiene la “responsabilidad”
de prepararlos para ganar, para hacer de sus alumnos unos triunfadores.