Hoy día, tal y como nombra
Sartori, G., el Homo Sapiens está dando
el relevo, forzosamente, al Homo Videns.
Mientras que una característica incondicional del ser humano e inseparable como
es la capacidad y habilidad de relacionarse, comunicarse, en definitiva tener
contacto directo con los demás, para así ratificar la condición de asociarse
estableciendo contactos directos mediante la palabra, lo que hace desarrollar
habilidades como la inteligencia remota, etc., cada vez se está perdiendo en
pro de la imagen, que en muchas ocasiones “una
imagen vale más que mil palabras”, lo que está llevando a perder el
contacto directo, procediéndose así al establecimiento de un lenguaje cuyo
elemento principal o instrumento no es la palabra, sino la metáfora, la imagen.
La imagen pasa a tener una importancia suprema,
tanto así que el mensaje escrito o hablado a consecuencia pasa a tener una
importancia relativa, pues no hace más que comentar esa proyección. Esta
supremacía de la imagen está haciendo que perdamos la capacidad de establecer
un cierto simbolismo y nos está haciendo retroceder a los tiempos del hombre y
la caverna, cuando no éramos capaces de establecer una relación abstracta entre sombras y realidad, o
haciendo referencia a otros dichos populares, “si no lo veo no lo creo”, al igual que Santo Tomás que no cree hasta que no toca. Con
estas nuevas tecnologías todo existe en un mundo virtual, cuya realidad no es
palpable, pero sí que prima la imagen al no tener necesidad de poseer cierto
nivel de significación del mensaje escrito o hablado.
La anulación de la palabra y mensaje escrito, así el
procedimiento de análisis que este conlleva, la abstracción de mensajes que
llevan insertos en una sola palabra la evocación de imágenes y otros
significados, se está perdiendo y lo que está haciendo esta evolución del
mecanismo de comunicación es, siempre desde mi humilde punto de vista,
embrutecer al ser humano y que cada vez haya menos problemas para que una elite
pueda dominar al pueblo llano, desde que se es un niño al tener posibilidad de
acceder libremente a este contenido de internet y la televisión.
¿Queremos ganar en sencillez de visionado de una
imagen, sin tener posibilidad de dar pie ninguno a la imaginación perdiendo la
capacidad de un animal con raciocinio, o queremos poseer la capacidad de
discernir por nosotros mismos haciendo hipotéticas conjeturas que nos mantengan
en alerta y así tener despierta la habilidad de criticar cualquier cosa y
poseer la razón?
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