Es
un ruido casi ensordecedor; como si millones de bebes se hubieran puesto de
acuerdo para llorar a pulmón en el mismo sitio al mismo tiempo. Pero, al
prestar atención, nos damos cuenta que el ruido no proviene de pequeños vástagos
que expresan su malestar; o sus ganas de amamantar; a través de sonoros
sollozos. El ruido proviene de las millones de quejas que los adultos nos
transmitimos. Por la situación económica, la crisis, la falta de liderazgo
político, el desempleo…
No
niego que las quejas tengan un breve efecto terapéutico. Son una vía de escape;
un consuelo. Es terapéutico. Son una vía de escape; un consuelo. Es humano
expresar nuestra disconformidad con lo que está pasando. A alguien hay que
echarle l culpa. Siempre es más cómodo buscar un culpable que trabajar en la
solución. A mí también me pasa. Pero tenemos que valorar cuanto mal hace dar vía
libre a las quejas y el efecto debilitador que tiene sobre la energía de las
personas y las organizaciones. Para manejar los sollozos (las quejas) nos hemos
acostumbrado a poner chupetes imaginarios. Un chupete es algo que no soluciona nada pero sirve de consuelo.
Los chupetes que nos ponemos los gestores de personas en las organizaciones son
el consuelo continuo a través de las palabras. Siempre que alguien se queja de
la situación, de los duro que esta todo, se le da la razón. Participamos del
desconsuelo. Es normal que utilicemos el chupete de la comprensión. También
nosotros lo necesitamos. Además la queja tiene una mortífera hermana mayor: la
excusa. Y son dos hermanas que van siempre de la mano. La excusa se convierte,
si se le permite, en el mayor agente corrosivo de la eficiencia organizativa.
Las excusas agreden las buenas prácticas empresariales. Una excusa es un
pasaporte para no penar más y mejor.
Pero
quizás ya va siendo hora de que empecemos a quitarnos los chupetes. Si el bebe
tiene hambre, hay que buscar sustento entre todos. El chupete no da de comer.
El trabajo duro e imaginativo, si. Continuar con la dinámica de la queja no nos
permite centrar la energía disponible en la búsqueda de nuevos retos.
Quitémonos, pues, los chupetes. No deberíamos permitirnos, ni permitir a los
demás, de ahora en adelante, perder el tiempo en expresar quejas y lamentos.
Elimine usted los lamentos en su equipo. Es exactamente lo contrario: como la
crisis es seria, no perdamos tiempo en actitudes depresivas. Dejemos de
convencernos de que hay muchos motivos para la inacción. Invirtamos nuestro
tiempo con los negocios y con los clientes. No nos aburramos a nosotros mismos,
y menos a la gente que tenemos a nuestro alrededor, con nuestras quejas y
lamentos.
¿Cómo?
Simplemente, comunique su decisión
de no permitirlas y sea congruente con esta decisión. No emplee tiempo ni en
hacerlas, ni en escucharlas.
Crezcamos,
pensemos, actuemos y sintamos como adultos. Vamos a quitarnos los chupetes, que
alivian pero no solucionan ningún problema. Los chupetes son para gente chica.
Nosotros somos grandes. Demostrémoslo.
Vega,
J. ¿Nos quitamos el chupete? 14 de
Octubre de 2012, El Mundo.
Como enuncia este comentario, en versión de metáfora,
opino que ya basta de mal utilizar los medios de comunicación masivos, como
viene siendo Internet, para transmitir y hacer llegar a cientos de receptores,
ese pesimismo y aculturación haciendo de este modo caer a los, mas desprovistos
de educación e influenciables, mas jóvenes cada día, y cambiar dejando claro a
todos la importancia de la educación por y para las Tic.
Hoy día, me atrevería decir, no se recuerda un
panorama tan desalentador en lo que incumbe a los medios de comunicación, pues
para ofrecer divertimento al pueblo se está vendiendo unos productos que
transmiten a través de canales analfabetos e incompetentes, el morbo, desidia, músculos,
minifaldas, silicona, relaciones de parejas sentimentales infieles e infelices,
pero que se soportan por una mera dependencia sexual o económica, sexo drogas,
alcohol sin freno…
Cambiando de medio pasamos a plataformas o medios a través
de los cuales plasmamos nuestras consideraciones sobre todo tipo de cosas sin
apenas estar informados y sin un criterio ni una formación que muchas veces no
dan más que pena, como el video que adjunto aquí debajo, típico de la
generación “ni-ni” caracterizado por todos estos adjetivos que he dicho
anteriormente, solamente un ejemplo demostrativo.
Otro punto que me gustaría destacar es el dominado
por la gran revolución que me parece de lo más patético y lo que viene siendo
denominado el mundo del “guasap”, pues ni tan siquiera sé cómo se escribe o
pronuncia, pues es una gran revolución, ya que permite mantener actualizado y
localizado a todo aquel que posea un teléfono de última generación a tan solo
un clic desde su bolsillo, o quizás me atrevería a decir que desde la mano,
pues seguramente, viendo la gran dependencia que crea este nuevo medio por el
que se comunica “todo Dios” con otros “Dioses” como si fueran agraciados con el
don de la ubicuidad a través de ese canal de “guasap” y lo desgraciados,
desactualizados “humanos” que no tenemos este nuevo instrumento de dominación, pareciera
que no somos dignos de la atención de los consumidores dominados por este medio
de menos de un palmo de envergadura, estamos sufriendo en nuestras propias
carnes el pasotismo y la indiferencia al quedar con uno de estos Dioses, que
parecen valer más que tu.
Ramón, a lo mejor con este comentario demuestro mi ignorancia pero si no lo pregunto nunca lo sabré: No entiendo la referencia de lo de los chupetes ¿cómo lo relaciono con las clases? Ponme algún ejemplo o algo para entenderlo. Gracias anticipadas. Por cierto, muy curradas las entradas del Blog y muy reflexivas, sigue así. :)
ResponderEliminarVoy a decirtelo claramente: Dejemos el uso del guasap y de las redes sociales masivamente, para evadirnos de los problemas y quejarnos del gobierno y otros partidos politicos y debemos de ocupar mas tiempo de ese que supuestamente lo dedicamos para ocio personal dedicandonos a ofrecer inniciativas y oportunidades para cambiar la situacion.
ResponderEliminarMuchas gracias
¿Y crees que funcionaría? Es mucho más fácil seguir quejándonos y consumiendo que solucionar las cosas para vivir mejor...
ResponderEliminarCreo que muchas veces, en la actualidad las Tic, la tecnología es utilizada como método de dominación y control para las consciencias más sensibles de ser persuadidas y manejables, en definitiva, mas endebles. Por todo ello creo en la capacidad del ser humano para hacer el mal, mientras que estos instrumentos en lugar de persuadir para obtener algo de los consumidores, en versión negativa, podrían ser utilizados como incentivadores del aprendizaje, ya que son elementos motivadores para cualquier etapa de la vida, son una realidad virtual, implantada en este cosmos del ciberespacio, que transformará si así sigue en personas disfuncionales a una temprana edad, debido a que des'h'aprendemos... Ahí lo dejo!!!
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